lunes, 4 de abril de 2011

EL TEATRO COMO RECURSO PARA LA EDUCACIÓN AMBIENTAL

   El teatro es, entre otras cosas, un instrumento de comunicación. Y como tal se ha utilizado desde su nacimiento, como medio de transmisión de los valores culturales de la comunidad.
   La característica más definitoria del teatro como técnica audio-visual de comunicación, es la proximidad física real entre el emisor del mensaje y el receptor del mismo, el cara a cara entre el actor y el espectador.
   El hecho de que el instrumento básico del trabajo teatral sea el cuerpo del actor (o la extensión del mismo en forma de títere, marioneta, muñeco u objeto), confiere a esta técnica de comunicación audio-visual un carácter entrañablemente “humano”.
   Esta “humanidad” del teatro lo hace especialmente eficaz para provocar estados de complicidad entre el emisor del mensaje (el actor) y el receptor del mismo (el espectador). Esto a su vez, lo dota de una gran eficacia a la hora de tratar cuestiones emocionales y sentimientos de pertenencia (a una comunidad, a un territorio...).
   Sentir un lugar, una colectividad, un entorno, como propio (sentirme parte de un lugar, de una colectividad, de un entorno) facilita la involucración y la responsabilización en su gestión, así como el desarrollo de comportamientos respetuosos y sostenibles.
   http://teatroambiente.blogspot.com/

4 comentarios:

  1. " El polonia hay una pequeña compañía dirigida por un visionario, jerzy Grotowski, que también tiene un objetivo sagrado. A su entender el teatro no puede ser un fin en sí mismo; como la danza o la música en ciertas órdenes derviches, el teatro es un vehículo, un medio de autoestudio, de autoexploración, una posibilidad de salvación..."
    EL ESPACIO VACÍO
    Peter Brook

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  2. La aceptación de la pobreza en el teatro, despojado de todo aquello que no le es esencial, nos reveló no sólo el meollo de ese arte sino la riqueza escondida en la naturaleza misma de la forma artística.
    ¿Por qué nos interesa el arte? Para cruzar nuestras fronteras, sobrepasar nuestras limitaciones, colmar nuestro vacío, colmarnos a nosotros mismos. No es una condición, es un proceso en el que lo oscuro dentro de nosotros se vuelve de pronto transparente.
    HACIA UN TEATRO POBRE
    Jerzy Grotowski

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  3. Ciertos estudios recientes (sobre todo de historiadores italianos) están haciendo emerger una novedad importante del siglo XX; el hecho de haber burlado ese tabú de la cultura occidental que excluía la práctica teatral como vehículo de la investigación espiritual, una función para la cual, por el contrario –observar Ferdinando Taviani- parece ser un instrumento particularmente idóneo por el hecho de unir trabajo físico y trabajo mental en una visión indisoluble. Como ha escrito Barba en su último libro: “Los ejercicios físicos son siempre ejercicios espirituales”…
    Esto es, sustancialmente, El arte como vehículo: la investigación de una acción eficaz dirigida sobre todo a la persona que la ejerce, hacia el actor (performer) y transformada, por lo tanto, en un trabajo sobre sí mismo orientado primariamente ya no más al arte del teatro, sino al arte de la vida, al arte de vivir…
    Trabajo sobre sí mismo, fundamentalmente, como adiestramiento para la acción orgánica, consciente, voluntaria y, por lo tanto, como adiestramiento para la desarticulación de los bloqueos, de los automatismos que condicionan el actuar humano en los diferentes niveles: corporal, emotivo, intelectual y que hacen que el individuo (comprendido el niño o el joven, y con mayor razón, obviamente, el cadenciado físico y/o psíquico) más que actuar frecuentemente sea actuado.
    A propósito es importante tener en claro un dato fundamental: lo que sirve al actor para aprender a actuar en escena no es pues muy diferente, en su base, de lo que puede servir al hombre para actuar en la vida. Esto significa que, desde este punto de vista, la formación en el teatro puede volverse una dimensión nueva, y fecunda de posibilidades, de la formación con el teatro (educación y reeducación psicofísicas), en la que el teatro nuevamente de fin se vuelve medio, o mejor aún lugar: lugar formativo y también terapéutico…
    EN BUSCA DEL ACTOR Y DEL ESPECTADOR: COMPRENDER EL TEATRO
    Marco De Marinis

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  4. El teatro nace cuando el ser humano descubre que puede observarse a sí mismo y, a partir de ese descubrimiento, empieza a inventar otras maneras de obrar. Descubre que puede mirarse en el acto de mirar; mirarse en acción, mirarse en situación. Mirándose, comprende lo que es, descubre lo que no es e imagina lo que puede llegar a ser. Comprende donde está, descubre donde no está e imagina adónde puede ir. Se crea una composición tripartita: el yo-observador, el yo-en-situación, y el yo-posible (el no-yo, el Otro)…
    Ésa es la esencia del teatro: el ser humano que se auto-observa. Todo ser humano es teatro, aunque no todos hacen teatro. El ser humano puede verse en el acto de ver, de obrar, de sentir, de pensar. Puede sentirse sintiendo, verse viendo y puede pensarse pensando…
    El teatro –o la teatralidad- es esa propiedad humana que permite que el sujeto pueda observarse a sí mismo, en acción. El conocimiento de sí que adquiere de esta manera le permite ser el sujeto (el que observa) de un objeto, que es otro sujeto: él mismo. Esta capacidad le permite imaginar variantes a su acción, inventar alternativas…
    EL ARCO IRIS DEL DESEO
    Augusto Boal (Creador del Teatro del Oprimido)

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